Queda feo decir que no se como empezar a hablar de ti, aunque creo que es algo muy común, entre nosotros los humanos.
Podemos dialogar horas y horas sobre chorradas, hechos poco transcendentales, quejándonos por vicio...en fin, podemos perder el día sin pensar en ti, y no porque no te necesitemos, realmente eres el pilar que nos sustenta, o al menos a mi sí.
Querido amor, empecemos a escucharte (cursi pero me darás a razón).
No estoy en ese momento, ni en esos días, para el que lo quiera entender, ahí lo dejo. Me siento tranquila y con tiempo para pensar, menudo tesoro eh, (el tiempo).
Amor, creo que eres el concepto más ambiguo, de significado incierto que conozco o quizás debiera decir que desconozco, que desconocemos.
Estas siempre ahí, al alcance, pero somos perezosos y no queremos verte, preferimos echarte de menos, o disfrazarte de efímeros estallidos de pasión...que no conducen a nada.
Cuando me preguntan por ti, mis respuestas son triviales, no entro en detalles, ¿huyo de ti realmente? sinceramente creo que no,
Pero actuamos por imitación o conductas aprendidas, en la mayoría de gestos del día a día, y tú no ibas a ser menos.
Estoy modo asexual, no es mi momento, ando ocupado, tengo una crisis existencial, siempre tendremos una respuesta para esquivarte, pero aquí me hallo pidiendote a gritos que me abraces.
