1 may 2016

Madrid

Hoy aprendí a mirar y vi la invisibilidad que nos viste, la chica que abraza tímida y recelosa su libro, pero sus ojos la señalaban, aquella pierna tatuada que corre tras de mi, y que unas medias fusionadas a aquél banco no dicen nada.
Que hay palabras que no oigo, otras que no entiendo, que aquellas que cobran sentido en bocas torcidas pueden matar.
Me fusilas con el alma llena y no es justo
Hice cosas mal, quise y quiero egoistamente, luna caprichosa y emocional.
Pero no pediré perdón, que hoy me perdone el amor.